Una pareja discute en una esquina de Palermo. Ella está muy enojada. El, la mira confundido. Un chico de traje oscuro, con la corbata desanudada, cruza la vía. Quiere llegar. Tuvo una noche larga, se ve. Dos amigas, sentadas en la entrada de un edificio, toman las últimas gotas de su cerveza. Es ahí cuando el cielo se empieza a aclarar. Escucho a los pájaros que, a pesar del gris de la urbe, cantan. Un aire de mañana se va apoderando del camino. Sin quererlo, mi mirada va en busca de registrar cuanta situación se cruce por delante. Deseo teletransportarme. Siempre tengo este sentimiento cuando una noche llega a su fin. Sin embargo, el trayecto se vuelve necesario. Es como si el alma demorara en llegar. De a poco, voy atravesando la transición. Voy fusionando una escena con la siguiente. Voy materializando el punto de inflexión.Tome por la diagonal que sale justo después de Farmacity. Ya estoy a cuatro cuadras. La llegada es inminente.Llegué. Y ésta, fue mi bienvenida..
Una noche intensa-bizarra-diferente que devino con total naturalidad en un sábado extremadamente divertido con amigos. Lo quería compartir... (con uds, ya saben)
(en el otro balcón, el de mi cuarto, aun me espera la luna..)